Emergencias ciudadanas y redes sociales

Manuel, abogado de 48 años, solía jactarse de un presunto “odio” a las computadoras y gustaba de promover entre sus conocidos diversos rumores y noticias que afianzaran esa idea común de que el uso de Internet y de redes sociales “sólo sirven para que te extorsionen o secuestren”.

Pero nuestro hombre ya dejó de pensar así, y recientemente ha comprado un equipo de escritorio; asimismo, ha abierto su primera cuenta de correo.

Y es que el pasado 21 de septiembre, una experiencia le hizo cambiar de opinión: su hermano menor era internado por un padecimiento grave en el Instituto Nacional de Nutrición, y hoy se veía ante la apremiante necesidad de buscar donativos sanguíneos… de un tipo muy poco común.

Para su sorpresa, Manuel pudo constatar que los voluntarios que acudieron a ayudarlo, personas tan afectuosas como desconocidas, habían sido convocadas… vía Internet, y ninguna por sus búsquedas entre parientes o mediante un par de anuncios en estaciones de radio.

De acuerdo con la información proporcionada por un Agente Ciudadano de este Consejo, ocurrió que el propio hijo de Manuel, un adolescente de escasos 16 años, no perdió detalle de la angustia del padre, y en lugar de quedarse en la antesala, se encaminó hacia un café Internet, a fin de solicitar ayuda mediante su particular –y muy seguida– cuenta de Twitter.

El resultado pronto desfiló ante la mirada del escéptico digital: los cinco voluntarios que acudieron al laboratorio no eran conocidos en la vida real por el joven usuario, mientras que a dos de ellos apenas los ubicaba por sus seudónimos.

-Todo un shock –dice este abogado que ahora presume: «ya no soy tan neófito».

MÁS «BUENAS» QUE «MALAS»

No sólo noticias que hablan sobre los peligros reales o ficticios de las redes electrónicas (MySpace, Hi5, Facebook o Twitter, entre otras) se difunden en el amplio espectro informativo de que disponemos –paradójicamente, gracias a Internet–.

También surge un sinnúmero de informaciones globales en las que el lector puede ver que las cada día más populares redes sociales comienzan a operar como alternativas, a veces hasta más eficaces que las tradicionales, para dirigir una diversidad de llamados de auxilio ciudadano o institucional.

Una simple búsqueda en la red permite advertir que ya sea durante emergencias médicas, en atención a suicidios, durante accidentes o en circunstancias de índole social –al igual que en temas relacionados con el combate a la delincuencia–, el reconocimiento ciudadano a las redes sociales se incrementa, casi con la vertiginosidad conque avanzan las propias herramientas.

EMERGENCIAS EN LA RED

Twitter y Facebook ayudan a salvar la vida de un bebé con rara enfermedad

Demi Moore responde en Twitter al mensaje de una mujer que se quería suicidar

Twitter ayuda a salvar vidas

Twitter evita asalto a residencia en Bogotá

Vecindarios en EU utilizan Twitter para combatir delincuencia

TWITTER + 5533 5533 = EXTORSIÓN EVITADA

En el caso concreto de las extorsiones telefónicas, el Consejo Ciudadano ya tiene el registro de un primer caso en México, ocurrido este mismo mes, donde Twitter operó como elemento primario de asesoría para una joven en apuros.

Ella tenía en del otro lado de la línea a un infausto interlocutor: un sujeto con acento sudamericano que le exigía cierta cantidad de dinero a cambio de “no causar daño” a su familia.

La presencia casual en esa red de dos periodistas capitalinos –uno de los cuales le recomendó denunciar el caso al Centro de Contacto 5533 533–, logró que en pocas horas el intento de extorsión pudiera ser evitado.

Generada la información por Milenio Diario, este mismo medio publicó este caso:

TUITERA AL BORDE DE UN ATAQUE

Me acaban de llamar Los Zetas pidiéndome $140,000 o le hacen algo a mi papá… qué hago en este tipo de situación?”, tuiteó la joven Acky por ahí de las once de la mañana. A partir de entonces inició la peor, aunque también la más intensa, mañana de su vida

(Leer la historia completa)

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