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Extorsiones burladas

22 abril 2010

El «factor sorpresa», elemento con el que suelen apoyarse los extorsionadores telefónicos para embaucar a sus víctimas, puede voltearse en contra del delincuente en aquellos casos en que el ciudadano –naturalmente escéptico o bien informado en el modo de actuación de los delincuentes– se percata de un engaño y pone en aprietos al interlocutor.

He aquí dos grabaciones reales de extorsión telefónica… fallida, y que si bien por momentos parecen chuscas, no están exentas del dramatismo que significa atender llamadas amenazantes.

Ambos audios contienen lenguaje fuerte, presentándose en este Blog con fines ilustrativos y de prevención del delito.

Esperamos tus comentarios.

EL FALSO SECUESTRO

EL FALSO COMANDANTE

Extorsión desde el reclusorio

7 marzo 2010

por Luis Enrique Rodríguez, especial para El Consejo Blog

Todavía no podemos asegurar que estamos a salvo de quienes delinquen como forma de vida, ni siquiera aún cuándo están tras las rejas.

La cárcel: supuesto sitio en donde los delincuentes ya no deberían de contar con ningún medio (¿un teléfono celular?) que les posibilite cualquier tipo de actividad ilícita.

Pero… no, hasta ahora es imposible asegurarlo.

Así, pues, todos debemos de estar alerta y unirnos como ciudadanos para evitar que la impunidad siga permeando la vida diaria y permita que este tipo de cosas sucedan.

EL CHANOC Y SU BANDA

Hablemos del caso de Feliciano «N», El Chanoc, quien aún tras las rejas del Reclusorio Norte –en donde se encuentra preso por pertenecer a una banda de secuestradores- ha seguido delinquiendo, ahora con repetidos intentos de extorsión telefónica.

Desde el aparente ¿cobijo? que le otorgaba esa cárcel, Feliciano realizó por lo menos 10 de intentos de extorsión, hasta que una de sus víctimas decidió no quedarse callada, y tras recibir asesoría ciudadana, presentó una denuncia formal ante las autoridades de la Procuradría del D. F.

Ello permitió llegar hasta el Chanoc y terminar con las operaciones que hasta ese momento llevaba con impunidad.

RECURSO Y MÉTODO

Feliciano operaba de la siguiente manera:

Desde el Reclusorio llamaba a sus víctimas, a quienes les decía que era miembro de un grupo delictivo –alternaba entre decirse miembro de «Los Zetas’ y de ‘La Familia Michoacana’–.

Acto seguido, procedía a decir que lo habían contratado para hacerle daño a su interlocutor, a quien también le contaba detalles sobre su vida familiar, con lo que lograba infundir el miedo en la víctima.

Una vez logrado eso, venía la extorsión: Feliciano les exigía que le depositaran dinero a cambio de dejarlos en paz.

Por lo menos 10 personas cayeron antes de que se pudiera terminar con su red de extorsión. Hasta que alguien, un ciudadano de quien se reserva su identidad, decidió no quedarse callado.

El afectado, que aquí llamaremos Arturo, recibió la llamada del Chanoc, asegurando que era parte de los ‘Zetas’ y que secuestraría a sus familiares si no accedía a entregarle una fuerte suma de dinero.

Arturo, confundido  y temeroso luego de que la persona del otro lado de la línea le detalló las actividades de su familia, cumplió con todas las demandas; entre ellas, depositar la cantidad acordada mediante una orden de pago a nombre de… Judith «N».

Ese fue el error del extorsionador que permitiría a las autoridades desmantelar su red. El Chanoc, arrogante, nunca pensó que alguien denunciaría sus fechorías; por ello no le preocupaba dar el verdadero nombre de sus cómplices como beneficiarios de los pagos.

Luego de que Arturo realizara el depósito, volvió a recibir una llamada: el delincuente decidió «no conformarse» con el depósito en efectivo. Ahora se le ordenó que también le regalara su camioneta Cheyenne, solicitándole que la dejara, junto con las llaves y todos los papeles, en un punto de la Central de Abastos.

Arturo volvió a obedecerle.

FINGIDO «ZETA»

No fue sino hasta que recibió una tercera llamada que Arturo empezó a sospechar que el extorsionador sólo conocía a Los Zetas… en los periódicos.

Un supuesto integrante «zeta” le indicó que su camioneta ya iba rumbo a Michoacán, y que ya no le moviera a nada más. Ante lo que consideró una explicación no solicitada, Arturo sospechó que se trataba de un simulador. Así, una vez que confirmó la seguridad de sus familiares, acudió a interponer la denuncia correspondiente.

Evidentemente, recordó el nombre de la persona a la que le giró la orden de pago en el banco y lo entregó a la Procuraduría. Gracias a ello, las autoridades pudieron detener a Judith, una de las cobradoras de El Chanoc.

Una vez que la mujer estuvo bajo la custodia de La Fuerza Antisecuestros (FAS) de la Procuraduría del D. F., no fue necesario mucho tiempo antes de que revelara quién era el cerebro detrás de la operación. Así, las autoridades pudieran detener –al menos por ahora– el redituable negocio de El Chanoc.

Según las investigaciones, El Chanoc pagaba a sus cómplices dentro de prisión 2 mil pesos a la semana. Y a quienes recogían el dinero en la calle, como Judith, les daba 400 ó 500 pesos por cada cobro.

DENUNCIAR: LA MEJOR VÍA

Negocios fundamentados en la extorsión y que lamentablemente mucho se practican dentro de nuestras prisiones, pero para cuyo combate se requieren no solamente nuevas formas de vigilancia y control por parte de las autoridades penitenciarias, sino una presión ciudadana mucho mayor.

Cada vez que una víctima de extorsión decide denunciar, contribuye de manera substancial al abatimiento del delito.

Ahora mismo, si el lector o un conocido de este ha sido víctima de El Chanoc y/o de sus cómplices, tiene ahora una nueva oportunidad de denunciar e incrementar la penalización que podrá corresponderle.

Los teléfonos del Fiscal de Atención Especializada de la PGJDF son: 5826-5046 y 3094-6749.

Si el denunciante requiere asesoría, el Centro de Contacto 5533-5533 de El Consejo Ciudadano opera las 24 horas de los 365 días del año.

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Extorsión en día de fiesta

7 febrero 2010

La extorsión ocurrió el tercer sábado del mes anterior. Luisa lo recuerda bien, porque en aquella ocasión todos en su casa estaban por celebrar un acontecimiento familiar.

–Nos amargaron la fiesta –comenta esta mujer dedicada al comercio en pequeño y para quien el recuerdo de lo sucedido es como una gran pesadilla.

Y es que la noticia que esta madre recibiría por teléfono se apartaba totalmente de lo que cualquier persona querría escuchar en un día de fiesta.

Llamaba a su equipo celular un sujeto de voz gruesa, déspota y violento, quien le aseguraba tener secuestrada a su hija.

Apenas oyó aludir a su ser querido, Luisa sintió como un golpe en la base del estómago y no pudo pronunciar el nombre de su primogénita:

–¿Lucecita…?

A partir de entonces, el sujeto se abocó a jalar el hilo de una sencilla madeja, llamada… extorsión. Un sistema que, sin duda, tenía bien ensayado.

–Sí… Lucecita. Y si no quiere que la mate y se la devuelva dentro una bolsa negra, escúcheme: necesito que vaya a un Elektra y me deposite ahorita mismo 50 mil pesos.

Aturdida por la creencia de que su hija estaba en peligro, Luisa se dejó llevar por un impulso intrínseco de madre y accedió al requerimiento, sólo advirtiendo al delincuente de que quizá sólo alcanzaría a reunir 40 mil pesos; oferta a la que este accedió.

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Aun sin tener certeza respecto al paradero de su hija, quien había salido muy temprano de casa y sin llevar consigo su teléfono celular, Luisa reunió la cantidad acordada y la entregó a Toribio, un empleado de su confianza, para que este se encargara de cumplimentar la orden del extorsionador: depositar el efectivo en una sucursal del mencionado banco.

Toribio emprendió a pie el camino hacia la caja; sin embargo, a medio trayecto sintió que era seguido por un hombre que iba en una bicicleta, razón por la cual se introdujo en la sala de espera de una clínica que le quedaba al paso, con el fin de esconderse durante un momento y también de poder telefonear a su patrona.

Descartando la persecución, sintiéndose un poco más seguro, llamó a Luisa para contarle lo sucedido, comentándole también que había recordado un mensaje del Consejo Ciudadano, en el sentido de reportar oportunamente todos los casos de extorsión o fraude y de adoptar medidas preventivas.

Dentro del hospital obtuvo el número del Consejo –5533 5533–, por lo cual llamó para solicitar asesoría.

Hecho lo anterior, los operadores del Consejo se pusieron en contacto con agentes de la Policía Investigadora del D. F. quienes de inmediato le ofrecieron enviarle apoyo hasta el hospital a Toribio.

Una vez que llegaron con éste, quien les narró los hechos, se trasladaron hasta la casa de Luisa. Sin embargo, para sorpresa colectiva, ella ya no se encontraba ahí.

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Durante el tiempo que le tomó a Toribio pedir apoyo a la policía y regresar al domicilio,  Luisa recibió otra llamada del extorsionador, quien volvió a presionarla para que le llevara el dinero.

Ella le explicó que ya había mandado el pago con su trabajador, pero el delincuente volvió a amenazar con matar a Lucecita, a la vez que acusó a Toribio de haber huido con el dinero.

Otra vez cegada por el temor a perder a su hija, motivada por la angustia más que por la razón, Luisa recurrió a un pariente para obtener otra cantidad similar; sin embargo, esta vez fue ella misma la que se dirigió a la tienda para realizar el depósito.

Mientras tanto, con ayuda de Toribio, los agentes localizaron la sucursal; empero, esto fue cuando ya había entregado su dinero en la ventanilla.

Los policías le explicaron lo que sucedía: había sido víctima de una extorsión. Pero a Luisa esto no le importó tanto como la siguiente noticia que pronto recibiría: otro grupo de agentes había localizado a la joven, quien nunca estuvo privada de su libertad y  solamente se hallaba en el interior de un café, en compañía de un chico.

Luisa se sintió aliviada por lo de su hija, sana y salva, pero un escozor recorrió su cuerpo cuando pensó en los 40 mil pesos depositados en la cuenta del extorsionador.

Para su fortuna, no todo estaba perdido. Los policías la llevaron ante el gerente de la sucursal, a fin de explicarle con lujo de detalle todo lo que sucedido. El gerente, en apego a la ética, accedió a cancelar la operación y a devolverle a Luisa su dinero.

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Posteriormente, gracias a la información recababa por el Consejo, pudo saberse que el número de cuenta utilizado por el delincuente estaba relacionado con al menos otros cuatro intentos de fraude.

Datos bancarios que hoy forman parte de una averiguación previa que se sigue ante el Ministerio Público y juzgados penales, tendiente a desmantelar a una de las tantas bandas de delincuentes que se organizan para la comisión de este delito.

Al igual que todos sus familiares y amigos, Luisa sabe hoy que para enfrentar todos los casos de llamadas sospechosas cabe recordar las siguientes recomendaciones:

  1. No respondas mensajes de texto a tu celular
  2. Cuélgales de inmediato.
  3. ¡Calma! Ubica a tu familiar.
  4. No les des ningún dato
  5. Anota su número telefónico.
  6. Llama al Consejo Ciudadano 5533-5533

Contra la Extorsión Telefónica… esfuerzo compartido

31 enero 2010

Un combate efectivo a la extorsión telefónica solamente  puede darse gracias al apoyo de los medios de comunicación y al uso de diversos instrumentos de publicidad.

Así, mientras viajamos en automóvil o en el transporte público vemos carteles o grandes vallas sobre bardas y costados de edificios en los cuales se alerta al ciudadano respecto a las variadas modalidades que ha venido adquiriendo este delito en México; asimismo, respecto a las medidas preventivas que, para protegernos, debemos adoptar.

Prensa, radio y televisión, medios que evidentemente ejercen enorme influencia sobre el ciudadano, han presentado un sinumero de reportajes sobre un fenómeno delictivo que, lamentablemente, no sólo no cede, sino que inclusive se incrementa, como es el caso de la ciudad de México y de los principales municipios conurbados del Estado de México.

El Blog del Consejo presenta algunos de los mejores reportajes transmitidos por Televisa y TV Azteca durante 2009, todos ellos realizados con la colaboración del Consejo Ciudadano.

Para fijar posturas preventivas, he aquí una magnífica presentación multimedia de Grupo Reforma, misma que presenta de manera pormenorizada las principales modalidades que practican extorsionadores y defraudadores en contra de los ciudadanos.

Complementando esta Galería, incluimos un par de videos de edición propia, basados en audios reales de extorsión y fraude. Estos son algunos de muchos otros que puedes visualizar, compartir y comentar en nuestro Canal de YouTube.

¡Contra la extorsión… todo esfuerzo es compartido!

Te invitamos a comentar o a sugerir.

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Guía telefónica y celular ilícito: extorsión a la carta

18 enero 2010

Los reos del DF evolucionan. Sus víctimas son ahora anunciantes de este directorio de negocios, cuyas hojas cuestan en cárceles capitalinas hasta 500 pesos y la renta de un celular mil 500

Texto: Leticia Fernández / Milenio Diario

Ilustración: El Consejo Blog

Las celdas de las cárceles capitalinas encierran una organización casi perfecta: los extorsionadores telefónicos. Quienes están dentro de los penales afirman que 60 por ciento de los 40 mil 100 internos se dedican a este ilícito.

—¿Sí, bueno, con quién hablo? ¿Con la señora María? Mire, una persona le quiere hacer daño: me dio 50 mil pesos, usted tiene dos hijas, una de 15 años y una de ocho años, se llaman Irene y Judith, ban (sic) en la escuela que está a dos cuadras de su casa, su puerta es negra. ¿Qué más datos quiere que le dé para que me crea?…”

Éste es uno de los textos que un interno escribió antes de llamar a su víctima, a quien ordenó depositar 20 mil pesos en cuentas bancarias. Sus datos los obtuvo del directorio de la Sección Amarilla, donde anunciaba el negocio familiar.

La organización delincuencial comienza con los custodios que venden las hojas de este directorio en 500 pesos o permiten a los reos transcribir algunos nombres por 50 pesos. Otros permiten el ingreso y uso de aparatos de telefonía, pero la renta se eleva a mil o mil 500 pesos semanales.

Incluso, funcionarios de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario del DF aseguran que existen listas “oficiales” con nombres de internos y números telefónicos que están en poder de los elementos de seguridad asignados a cada dormitorio.

“Son los teléfonos que están autorizados porque pagan cada semana, cuando hay operativos de seguridad se avisa con anticipación para que los guarden”, advierte un técnico penitenciario.

Estadísticas oficiales señalan que el año pasado decomisaron 2 mil 600 celulares.

Ver historia completa y gráficos en MILENIO DIARIO

Emergencias ciudadanas y redes sociales

30 noviembre 2009

Manuel, abogado de 48 años, solía jactarse de un presunto “odio” a las computadoras y gustaba de promover entre sus conocidos diversos rumores y noticias que afianzaran esa idea común de que el uso de Internet y de redes sociales “sólo sirven para que te extorsionen o secuestren”.

Pero nuestro hombre ya dejó de pensar así, y recientemente ha comprado un equipo de escritorio; asimismo, ha abierto su primera cuenta de correo.

Y es que el pasado 21 de septiembre, una experiencia le hizo cambiar de opinión: su hermano menor era internado por un padecimiento grave en el Instituto Nacional de Nutrición, y hoy se veía ante la apremiante necesidad de buscar donativos sanguíneos… de un tipo muy poco común.

Para su sorpresa, Manuel pudo constatar que los voluntarios que acudieron a ayudarlo, personas tan afectuosas como desconocidas, habían sido convocadas… vía Internet, y ninguna por sus búsquedas entre parientes o mediante un par de anuncios en estaciones de radio.

De acuerdo con la información proporcionada por un Agente Ciudadano de este Consejo, ocurrió que el propio hijo de Manuel, un adolescente de escasos 16 años, no perdió detalle de la angustia del padre, y en lugar de quedarse en la antesala, se encaminó hacia un café Internet, a fin de solicitar ayuda mediante su particular –y muy seguida– cuenta de Twitter.

El resultado pronto desfiló ante la mirada del escéptico digital: los cinco voluntarios que acudieron al laboratorio no eran conocidos en la vida real por el joven usuario, mientras que a dos de ellos apenas los ubicaba por sus seudónimos.

-Todo un shock –dice este abogado que ahora presume: «ya no soy tan neófito».

MÁS «BUENAS» QUE «MALAS»

No sólo noticias que hablan sobre los peligros reales o ficticios de las redes electrónicas (MySpace, Hi5, Facebook o Twitter, entre otras) se difunden en el amplio espectro informativo de que disponemos –paradójicamente, gracias a Internet–.

También surge un sinnúmero de informaciones globales en las que el lector puede ver que las cada día más populares redes sociales comienzan a operar como alternativas, a veces hasta más eficaces que las tradicionales, para dirigir una diversidad de llamados de auxilio ciudadano o institucional.

Una simple búsqueda en la red permite advertir que ya sea durante emergencias médicas, en atención a suicidios, durante accidentes o en circunstancias de índole social –al igual que en temas relacionados con el combate a la delincuencia–, el reconocimiento ciudadano a las redes sociales se incrementa, casi con la vertiginosidad conque avanzan las propias herramientas.

EMERGENCIAS EN LA RED

Twitter y Facebook ayudan a salvar la vida de un bebé con rara enfermedad

Demi Moore responde en Twitter al mensaje de una mujer que se quería suicidar

Twitter ayuda a salvar vidas

Twitter evita asalto a residencia en Bogotá

Vecindarios en EU utilizan Twitter para combatir delincuencia

TWITTER + 5533 5533 = EXTORSIÓN EVITADA

En el caso concreto de las extorsiones telefónicas, el Consejo Ciudadano ya tiene el registro de un primer caso en México, ocurrido este mismo mes, donde Twitter operó como elemento primario de asesoría para una joven en apuros.

Ella tenía en del otro lado de la línea a un infausto interlocutor: un sujeto con acento sudamericano que le exigía cierta cantidad de dinero a cambio de “no causar daño” a su familia.

La presencia casual en esa red de dos periodistas capitalinos –uno de los cuales le recomendó denunciar el caso al Centro de Contacto 5533 533–, logró que en pocas horas el intento de extorsión pudiera ser evitado.

Generada la información por Milenio Diario, este mismo medio publicó este caso:

TUITERA AL BORDE DE UN ATAQUE

Me acaban de llamar Los Zetas pidiéndome $140,000 o le hacen algo a mi papá… qué hago en este tipo de situación?”, tuiteó la joven Acky por ahí de las once de la mañana. A partir de entonces inició la peor, aunque también la más intensa, mañana de su vida

(Leer la historia completa)

Casos de denuncia ciudadana

1 noviembre 2009

Libres o en prison cabezal

La UBICUIDAD, término que gramaticalmente nos remite a seres que “están o pueden estar en todas partes”, es característica de los extorsionadores telefónicos, a quienes también se les atribuye, popularmente, peculiaridades como las de algunas serpientes: sigilo y astucia, entre otras.

Y en terreno fértil –piénsese en la buena fe, la ingenuidad o el temor natural a la delincuencia de muchos ciudadanos–, el extorsionador opera con métodos a veces novedosos y en otras repetitivo.

No hay reglas, pues, y más allá de las acciones jurídicas o policiacas que se requieran, sólo el conocimiento de los métodos y la denuncia ciudadana contribuyen de una manera real y contundente al abatimiento del fenómeno.

Así, por ejemplo, en una misma semana, este BLOG se ha enterado del caso de un presunto extorsionador arrestado a pleno sol y en céntrica esquina de la ciudad de México, Paseo de la Reforma y avenida Juárez; al tiempo que el de otro sujeto, potencial jefe de una muy activa  banda, es “ubicado” en el interior de la celda que habita desde hace varios años en el penal de Santa Martha Acatitla.

Dos casos distintos y a la vez similares, donde destaca un patrón común: ambos casos tuvieron a la DENUNCIA como motor primordial de las investigaciones.

Extorsion Reforma

“QUE ME IBA A MATAR”

Isabel N., mujer madura, sabía bien que la mayoría de las llamadas telefónicas de extorsión resultan “falsas”; es decir, no estar generadas por individuos que realmente estén dispuestos a ejecutar sus amenazas; sin embargo, algo –quizá una mala experiencia que le había tocado vivir de cerca– la hizo creer que el hombre que hoy la amenazaba “hablaba en serio”.

Así pues, dejó correr con el extorsionador una –ciertamente poco recomendable– negociación, mediante la cual ella evitaría ser víctima de un “asesinato familiar” a cambio de entregar una cantidad que, durante distintas llamadas, tomó visos de subasta: comenzó en una cifra insólita para la economía de la víctima, superior al millón de pesos, para terminar en… diez mil pesos.

Y fue precisamente la disponibilidad del extorsionador para ajustar su demanda a esa cantidad lo que la hizo, en un momento de lucidez, recapacitar y dar parte a las autoridades.

Experimentados en casos semejantes, un grupo de elementos de la Policía Investigadora del Distrito Federal aconsejó a la mujer “seguir el juego” del individuo y “montarle un cuatro”, citarlo en un punto tan céntrico que resultó ser la esquina de Reforma y avenida Juárez.

Así fue como el 25 de octubre pasado fue posible que el otrora “peligroso” Joel Jiménez, de 25 años, fuera capturado y llevando consigo elementos probatorios: una bolsa con el efectivo de la víctima y un pistola con siete balas que resultarían… de salva.

Junto con el detenido, la Fiscalía de la PGJDF turnó el caso ante el Juez 48 penal del Reclusorio Oriente, a quien le tocará fijar la sentencia correspondiente.

Extorsion Carcel

CÁRCEL “DE ORO”

Algunas celdas de la prisión para sentenciados de Santa Martha pueden resultar “de oro”, si la autoridad intramuros permite que un reo no sólo pueda utilizar un teléfono celular provisto de decenas de “chips” intercambiables, sino contactarse con nueve cómplices en libertad y liderar a una prolífica banda dedicada a la extorsión.

Es el caso de Juan Carlos Flores Valencia, con 30 años de edad y cumpliendo sentencia de otros 26 por homicidio, quien de acuerdo a las investigaciones de la Procuraduría de Justicia del D. F. resultaría ser el líder de la banda de extorsionadores telefónicos cuya captura reportamos en este mismo BLOG, el pasado 9 de octubre.

La imputación contra Flores Valencia la formularon, hasta ahora, cuatro de sus cómplices: Adriana Vivas Ramírez, La Barbi; César Torres González, El Trol; Ricardo Adrián Ramírez y Moisés Sánchez García.

Amenazando a sus víctimas con el argumento de que la banda formaba parte del cártel delictivo: La Familia Michoacana –situación que los tribunales deberán confirmar o descartar–, Flores Valencia encabezaba el negocio sólo con la ayuda de su celular y un directorio telefónico, mientras que a sus cómplices les tocaba sólo recibir órdenes de recoger dinero, vehículos, joyas; en su caso, de ejecutar las agresiones contra víctimas.

El caso de esta banda ha revivido los temas relacionados con el bloqueo de celulares en nuestras prisiones; asunto de alta complejidad y a que nos referiremos en nuevas entregas de este BLOG.

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CONTRA LA EXTORSIÓN… APRENDER Y DENUNCIAR

No es un problema simple el de la extorsión y el fraude telefónico –tanto en sus grados de tentativa como los de ejecución–, y sólo en lo que toca a los casos que se han reportado al Consejo Ciudadano, estos alcanzan la cifra de 213 mil 917 dentro de un periodo de dos años; dato que nos lleva a pensar en un promedio mensual de 8 mil 913 y uno diario de 297.

Cabe señalar que del total de reportes mencionado, un total de 97 mil 400 casos pudieron evitarse gracias a que las potenciales víctimas llamaron oportunamente al Centro de Contacto 5533 5533, obteniendo la asesoría necesaria. 193 mil 184 reportes fueron de la ciudad de México; mientras que 20 mil 733 de otras entidades del país, con prevalencia del estado de México (16 mil 878).

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UBICUIDAD, SIGILO, ASTUCIA…

Por practicarse repetidamente, los métodos que utilizan los extorsionadores llegan a ser conocidos, tanto por autoridades como por ciudadanos informados; sin embargo, no por ello dejan de encontrar terreno fértil entre la ingenuidad.

Una práctica delictiva común son los mensajes intimidatorios o falsas promesas de premios a través del teléfono celular, a cambio de depósitos en efectivo (35 mil 286 casos).

La llamada telefónica que señala un supuesto secuestro de un familiar, y en el que piden un rescate a cambio, es el segundo engaño más (20 mil 664 casos).

La tercera técnica más recurrente es engañar a la víctima pidiéndole dinero para un supuesto pariente que viene del extranjero (18 mil 290 casos).

Otro mecanismo muy común (12 mil 139 reportes) es hacer creer a las víctimas que ganaron un premio del concurso Boletazo y se le pide realizar un pago para dar inicio al trámite.

Las amenazas de secuestro o muerte son otras de las extorsiones más comunes, con 5 mil 179 casos, seguidas de los engaños de gente que se hace pasar por supuestos integrantes del crimen organizado (2 mil 547 casos).

También son frecuentes los cobros de una supuesta deuda (mil 873 casos), así como las amenazas de golpear a la víctima si no paga cierta cantidad (mil 867 extorsiones).

Los temas sociales de actualidad, como presuntas campañas de prevención contra el virus de la influenza o “apoyo” para tragedias como la ocurrida recientemente en una guardería sonorense, han resultado ser también pretextos para el fraude  telefónico.

Reportaje: De todo para extorsionar por teléfono

15 octubre 2009

TEXTO: YEDID BECERRA*

La delincuencia organizada constantemente renueva sus formas de extorsión o fraude basada en los miedos y necesidades de la gente

No proporciones datos ni hagas depósitos a personas desconocidas y denúncialo a las autoridades

Los datos obtenidos sirven al secuestrador para dar el siguiente paso: el secuestro

Las tiendas Elektra es donde la mayoría de los delincuentes piden que se les deposite, porque es más fácil recoger el dinero.

cabezal publimetro

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“La ciudadanía tiene que estar informada de cómo operan los delincuentes. Cuando alguien les llame, nunca deben dar datos de más”: MEYER KLIP, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del D. F.

“La voz del extorsionador es contundente y enfática. Arman un show para hacerte caer en sus redes”: ANA FRANCO, presidenta de México Unido contra la Delincuencia

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La primera dama, la influenza, las becas y hasta Los Zetas son las nuevas armas que utilizan los extorsionadores para obtener dinero o información vía telefónica.

Si te llaman de las Secretarías de Educación o Salud, o bien, a nombre de la esposa del Presidente de México, Margarita Zavala, ten cuidado, podrías estar en manos de un delincuente.

Una supuesta campaña de vacunación contra la influenza, a fin de saber cuántas vacunas requiere tu familia, o el ofrecimiento de becas a estudiantes de todos los niveles, es el pretexto para obtener el número de integrantes que habitan la casa, sus nombres, edades, niveles educativos, la escuela a la que asisten los niños, así como la ocupación de quienes mantienen el hogar y lo que ganan.

A nombre de la directora del DIF se cometen fraudes a través de mensajes vía celular o llamadas, donde se le dice a la gente que ha sido la ganadora de un sorteo que consiste en depositar dinero en una cuenta bancaria para la fundación de niños quemados y, a cambio, recibirán un premio en su casa, el cual nunca llega.

Existen extorsiones en donde la intimidación y agresión son un factor clave, como las que provienen de presuntos integrantes del grupo delictivo Los Zetas, quienes le comunican a su víctima que una persona cercana les pagó para matarlo o secuestrarlo, por eso tienen todos sus datos, pero a cambio de un contrapago lo dejarán en paz.

Aunque los sorteos no son nada nuevo, sus modalidades sí, debido a que constantemente se perfeccionan, según los programas o telenovelas de moda.

De acuerdo con Ana Franco, presidenta de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), los datos proporcionados sirven para dar el siguiente paso: el secuestro, ya sea real o simulado.

“Cuando realmente tienen a un familiar secuestrado no presionan para la entrega del dinero, pero al ser simulado amenazan para que se les deposite lo más rápido posible”, señaló.

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NÚMEROS

34 millones de pesos ganó el crimen organizado por extorsionar vía telefónica a casi siete mil personas en dos años, con un promedio de cinco mil pesos por delito, según el Consejo Ciudadano de Seguridad.

De las modalidades de extorsión más comunes en los últimos dos años:

34 MIL 714 mensajes vía celular de presuntos sorteos.

20 MIL 363 se refieren a un supuesto secuestro de un familiar.

17 MIL 977 tienen que ver con un pariente que viene del extranjero y supuestamente fue detenido por autoridades mexicanas.

99.9% de las llamadas de extorsión son organizadas desde penales, según la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

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¿CÓMO PREVENIR?

Éstas son algunas medidas que debes tomar en caso de ser víctima de un extorsionador:

Colgar de manera inmediata.

Verificar la situación de tus familiares, de manera directa o con amigos.

No brindar información personal o de familiares.

Apuntar el número telefónico del extorsionado.

Tener a la mano un directorio con todos los teléfonos de tus familiares y amigos.

En caso de que el extorsionador insista, dejar descolgado el teléfono un par de horas.

Denunciar ante el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública (5533-5533) o las autoridades judiciales de tu localidad.

Si recibes un mensaje vía celular, reenvíalo al 5533, donde se le dará seguimiento.

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* PUBLÍMETRO, miércoles 14 de octubre de 2009:

http://www.readmetro.com/show/en/Publimetro/20091014/2/4/

«FAMILIA» DE EXTORSIONADORES TELEFÓNICOS

9 octubre 2009

Presuntos extorsionadores

Ciudad de México, 9 de octubre, 2009

El líder usaba su celda como próspera oficina del crimen y desde ahí dirigía (vía celular) las acciones de 9 cómplices que ayer estaban en libertad y hoy acaban de ser arrestados por la policía.

Su giro de negocio: las extorsiones telefónicas.

El modus operandi: hacerse pasar por miembros del tristemente célebre cártel delictivo: «La Familia Michoacana».

La Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF) logró la captura de este grupo de presuntos extorsionadores poco después de que un ciudadano de 70 años de edad procedió a denunciarlos tras recibir una serie de llamadas en su teléfono celular.

La víctima recibió el primer telefonazo y lamentablemente accedió a las pretensiones que transmitía una voz misteriosa y amenazante.

El extorsionador, que dijo pertenecer al mencionado cártel, lo amenazó diciéndole que afuera de su negocio, una empacadora de alimentos, había francotiradores que estaban listos para asesinarlo a él y a su familia, a menos de que les diera la cantidad de «50 mil dólares».

El ciudadano les dijo que sólo podía darles su coche, un Volvo 2002 valuado en 90 mil pesos, recibiendo la instrucción de llevar el vehículo a la esquina de Tlalpan y Calzada del Hueso, en esta ciudad, y dejarlo con las llaves puestas.

Sin embargo, desde que recibió segundas llamadas, la víctima ya había decidido presentar una denuncia oficial, motivo por el cual la policía pudo implementar un operativo encubierto que resultaría exitoso al ser detenidos César Torres González, alias «El Trol», y Adriana Vivas Ramírez, «La Barbie».

Otras dos personas, Adrián Vivas Ramírez y Moisés, de 17 años, quienes lograron escapar durante la acción policiaca, se presentaron minutos después al MP, señalando que sus familiares habían sido privados de la libertad, por lo que también se les detuvo.

La Policía rastreó una camioneta Dakota, obtenida mediante otra extorsión, y detuvo a su conductor, Christian Barajas Escalante.

Tras avanzar las investigaciones fueron también detenidos Alejandro Paredes Soto, Jorge Ricardo Vega Jasso, Marco Antonio Ramírez Velázquez y Omar Roberto Fernández Rodríguez Escalante, quienes dijeron ser abogados de los detenidos, y ofrecieron a las autoridades 10 mil pesos para que los liberaran.

Posteriormente, se descubriría que el presunto jefe de la banda es un peligroso recluso de Santa Martha Acatitla, pero cuyo nombre no fue difundido por «razones de seguridad»

«Tenemos una línea de investigación que apunta hacia ese penal, donde hay otro sujeto relacionado con esta banda y que muy posiblemente era quien realizaba las llamadas de extorsión telefónica», comentó un agente investigador.

Los agentes policiales pronto sabrían que el principal enlace externo del extorsionador era ‘La Barbie», su pareja sentimental, quien de manera normal se encargaba de efectuar los cobros de la víctimas, depositados por costumbre en sucursales de la tienda Elektra.

Familiares del hombre de 70 años destacaron el valor que tuvo la denuncia ciudadana, como motor que generó las investigaciones y el posterior desmantelamiento de la banda.

(El Consejo Blog, con información de la PGJDF).

Historia policiaca: Extorsión vía e´mail

27 septiembre 2009

Extorsion via internet

Crónica de HUMBERTO RÍOS NAVARRETE (Milenio Diario; México, D. F.) que alerta sobre otro método de extorsión: el correo electrónico.

La amenaza: las fotos comprometedoras formaban parte de otras tantas que habrían de ser enviadas a su lista de contactos
La denuncia: su pareja la apoyó para reportar el delito.
Los cargos: «extorsión agravada en pandilla»

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EL PASADO 6 de septiembre, a las 22:00 horas, la mujer recorrió con la mirada una lista de direcciones electrónicas y se detuvo en una que la inquietó. Giró el cursor, picó y se desplegó una serie de fotografías. Era ella y él, sosteniendo relaciones sexuales, y un mensaje anexo: “Ésta es sólo una probadita”.

Siguió leyendo y descubrió que la advertencia describía que ésas, las fotos, formaban parte de otras tantas y que serían enviadas a su lista de contactos. El mensaje decía, además, que el remitente estaba dispuesto a negociar o, de lo contrario, dichas imágenes serían distribuidas en los confines del ciberespacio.

Y, sobre todo, a “sus” contactos.

La “probadita” del “exclusivo álbum”, así descrito en recados electrónicos, estaba en la pantalla. Eran ella y él, no había dudas, y un texto cuyo autor pedía negociar y daba un lapso de 24 horas para que la receptora meditara una respuesta acorde a lo que ya sospechaba.

Aún no mencionaba alguna cantidad de dinero para poder recuperar las fotos, pero estaba segura de que un chantajista la tenía atenazada del cuello.

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Leer la historia completa en Milenio Diario, 2009-09-27